Se acerca el mes de junio de 2017 y la contrarreforma del Código Civil no llega, lo que provocará que a partir del próximo día 30 de junio las personas afectadas por deficiencias sensoriales deban obtener un dictamen médico sobre su aptitud para contraer matrimonio.
La nueva Ley de la Jurisdicción Voluntaria reformó ciertos artículos del Código Civil, entre los cuales se encontraba el artículo 56 CC., el cual quedaba redactado de la siguiente manera:
«Quienes deseen contraer matrimonio acreditarán previamente en acta o expediente tramitado conforme a la legislación del Registro Civil, que reúnen los requisitos de capacidad y la inexistencia de impedimentos o su dispensa, de acuerdo con lo previsto en este Código.
Si alguno de los contrayentes estuviere afectado por deficiencias mentales, intelectuales o sensoriales, se exigirá por el Secretario judicial, Notario, Encargado del Registro Civil o funcionario que tramite el acta o expediente, dictamen médico sobre su aptitud para prestar el consentimiento».
Tal y como está redactado el precepto, aquellas personas afectadas por deficiencias sensoriales, tales como personas ciegas y sordas, se verán obligadas a recabar el polémico dictamen médico.
Varias organizaciones han apuntado a que la reforma, que entrará en vigor el próximo mes de junio, no debería llegar a desplegar sus efectos, puesto que parece una medida legal sacada de otro tiempo.
La que ha sido criticada desde su introducción en el texto parecía tener los días contados, dado que la idea era acabar con ella incluso antes de que comenzara a regir. Sin embargo, lo cierto es que la situación política del último año y las rémoras del sistema han conseguido que a tres meses de su entrada en vigor la acerba medida siga amenazando a todas las personas afectadas por problemas sensoriales.
Se agota el tiempo para que el poder legislativo enmiende lo que en caso contrario significaría un retroceso en materia de igualdad.
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